368 años después / Javier Sánchez

 

Cuando los soldados españoles ocupan Tetuán (1860) se encuentran con una población hispanoparlante (sefardíes) que les dan la bienvenida con vítores a la reina. El entusiasmo de los sefardíes estaba justificado puesto que los judíos marroquíes se regían por un estatuto por el que pagaban un impuesto específico y estaban sometidos a una serie de obligaciones. Este contacto supuso para los españoles el descubrimiento de los sefardíes. Para los judíos significó un reencuentro con su madrastra, que pretendí acogerlos bajo las políticas promovidas por Emilio Castelar y el doctor Ángel Pulido. La salida de los españoles de Tetuán frustró las ilusiones emancipadoras de las comunidades judías.

Más tarde, en 1912 se instaura el Protectorado Español en Marruecos (PEM), las autoridades españolas buscan apoyos para conseguir una “penetración pacífica” en Marruecos. Todas las miradas se vuelcan hacia los sefardíes. Destacados intelectuales van a dedicar esfuerzos a reconciliar ambos pueblos. Una parte de las élites sefardíes marroquíes apoyaron esta iniciativa. Se crean así nuevas instituciones. Destacamos, la Casa Universal de los Sefardíes de Madrid.
En este proceso de acercamiento al mundo sefardí destacan las siguientes publicaciones, “La Revista de la Raza”, “La Revista Crítica”. “La Revista Prometeo”. La Institución Libre de Enseñanza también reivindicaba la herencia judía de España, como muestra la publicación de artículos criticando la Inquisición y la expulsión de los judíos de 1492.

Por otro lado, no podemos olvidar el papel que juegan los sefardíes en la economía y comercio de la región. Esto podría abrir nuevos mercados a la economía española, y era un valor más en este acercamiento.

Este acercamiento se refleja en la legislación sobre la nacionalidad y la enseñanza. La restauración de la nacionalidad española permitiría, en cierto modo, compensar el Decreto de Expulsión de 1492 que oficialmente seguía vigente. En diciembre de 1924 se promulga, un Real Decreto destinado a facilitar la naturalización de aquéllos que puedan demostrar ser de origen español.

Destacamos además, el alto nivel de instrucción de los judíos al comienzo del Protectorado frente a la población musulmana y la cristiana. En los años 1920 se crean escuelas hispano-hebraicas. Se crea el “Instituto Maimónides” en Tetuán, cuyas materias principales eran: Lengua Hebrea, Talmud, Oraciones, Geografía, Historia, Ciencias y Redacción. La Alliance Israélite Universelle se había establecido en 1862 y fue fundamental para la occidentalización de los judíos marroquíes.

Tetuán que fue la capital del PEM, vivió unos años de prosperidad. Se estableció el Alto Tribunal Rabínico, su jurisdicción se extendía a todo el norte de Marruecos, incluidas Ceuta, Melilla y Gibraltar.” Llegó a tener 16 sinagogas.

En el PEM, la situación de los judíos mejoró de manera notable, surge una importante burguesía industrial y comercial en las ciudades del protectorado. Numerosos sefardíes fueron nombrados agentes comerciales en empresas de importación y exportación, otros intérpretes de las legaciones diplomáticas extranjeras. También participaron en la política local, y desde aquí algunos se integraron en plataformas políticas más amplias. Se trataba de una población urbana, siendo insignificante el porcentaje de la población rural. En el periodo republicano, las relaciones entre las autoridades españolas y las élites sefardíes se estrecharon aún más. Incluyendo la visita oficial de representantes del gobierno de la república a las comunidades judías de Marruecos. Sin olvidar el destacado papel que jugaron en la creación y desarrollo de las logias masónicas.

Con el nuevo escenario que surge tras la guerra civil un gran número de judíos abandona España.

Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos judíos que huyen del Marruecos francés y de Argelia debido a las políticas antisemíticas implantadas por el Régimen de Vichy se establecen en Tetuán, Larache, Arcila…. Otros van a Tánger, y desde aquí parten hacia Canadá, Latinoamérica, USA y Sudáfrica. Se tiene constancia de la llegada a Tánger en verano de 1944 de 500 niños judíos salvados por las autoridades consulares españolas en Budapest y de la escala de los barcos Nyassa y Guinée, adonde subieron más de 434 judíos. En diciembre de 1944, la Legación española en Budapest autorizaba la salida de la capital húngara de otros 700 judíos con destino a Tánger.

Con la creación del estado de Israel en 1948 la vida de los judíos en los países árabes se hace más difícil y se producen las oleadas migratorias hacia Palestina.

Cuando Marruecos logra la independencia en 1956, viven en el país cerca de 200.000 judíos, todos tienen un sueño: partir hacia Israel»

España colaboró de una manera discreta en el traslado de judíos marroquíes hacia Israel, de 1957 a 1961, una ayuda que permitió que cerca de 25000 judíos salieran clandestinamente de Marruecos. Varios buques navegaban ilegalmente por el Mediterráneo con destino a Palestina. Pero, el trágico naufragio del buque “Pisces” en 1961, expuso los peligros de la emigración ilegal, la prensa internacional se hizo eco de la noticia. Unos 40 judíos se ahogaron. A partir de entonces van a utilizar métodos más seguros para trasladar a los judíos marroquíes a Palestina.

A finales de 1961 las autoridades marroquíes autorizaron a los judíos a emigrar a Israel. Partieron 80.000 judíos marroquíes.

El final del Protectorado supone un serio problema para la comunidad judía. Muchos creen que es posible un nuevo Marruecos donde quepan todos. Pero pronto se vio que era imposible ser del todo marroquí si no se era musulmán. Después de casi 2500 años de presencia continuada de la comunidad judía en Marruecos, esta comienza a disminuir y se convierte en testimonial.

 

 

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