A media luz

El sol está a media luz, como el tango o como el miedo que tenemos cada día al prender la luz en nuestra casa por no saber a que subida alcanzará la energía eléctrica. En estos días el cabotaje de la antigüedad se guardaba a salir por las rutas de Ulises; pues achacaban la inestabilidad visible, la opacidad solar a que algún dios de la corte olímpica sufriera algún malestar o rencilla tan común entre ellos. Hoy los dioses son otros, pero las rencillas las mismas: envidias, poderes, deseos. Siempre hay que desconfiar de los salvadores que reparten miedos y utilizan las tinieblas para difuminar su disfraz de corderos.

 

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