A veces llegan cartas / Juan Bolívar

 

 

Les animo a descubrir los errores gramaticales en esta misiva, enviada por un mandatario de un país a otro vecino, que habrá sido redactada, se supone, por una pléyade de sesudos asesores … ¿Qué nivel les podemos exigir a nuestros estudiantes con ejemplos como el siguiente?

«Majestad:

Tengo el honor de dirigirme a Vuestra Majestad para transmitiros algunas ideas importantes para la nueva relación entre los Reinos de Marruecos y España.

Nuestros dos países están indisolublemente unidos por afectos, historia, geografía, intereses y amistad comunes. Estoy convencido de que los destinos de nuestros dos pueblos también lo son, la prosperidad de Marruecos está ligada a la de España y viceversa. Nuestro objetivo debe ser construir una nueva relación, basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo y el respeto a los acuerdos firmados por ambas partes y la abstención de toda acción unilateral, para estar a la altura de la importancia de todo lo que compartimos y para evitar futuras crisis entre nuestros países.

Reconozco la importancia que tiene la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos, en el marco de Naciones Unidas, para encontrar una solución mutuamente aceptable. En este sentido, España considera que la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo.

En este nuevo contexto, tiene mi garantía de que España actuará con la absoluta transparencia que corresponde a un gran amigo y aliado. Os aseguro que España siempre cumplirá sus compromisos y su palabra.

Espero con impaciencia la ocasión de mantener un encuentro con Vuestra Majestad lo antes posible para renovar y profundizar la relación privilegiada entre nuestros dos países hermanos, en un espíritu de estrecha concertación y reiterar nuestra determinación para afrontar juntas los desafíos comunes, especialmente la cooperación gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y el Atlántico, actuando siempre con un espíritu de total cooperación y restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos. Todas estas acciones se llevarán a cabo con el fin de garantizar la estabilidad e integridad territorial de nuestros dos países.

Asimismo, espero que nuestros dos Ministros fijarán de común acuerdo una fecha para la visita del Ministro de Asuntos Europeos, Unión Europea y Cooperación a Rabat, con el fin de empezar a trabajar para construir conjuntamente esta nueva relación entre nuestros dos países.

Le ruego acepte, Majestad, la expresión de mis más distinguidos sentimientos.»

Analicemos el escrito. De inicio, se utiliza tres veces «Majestad» para dirigirse a Mohamed VI tanto a la hora de remitir la misiva como en el inicio del texto, un uso excesivo. En la primera línea también es cuestionable la utilización del plural en «transmitiros» cuando lo más lógico hubiera sido escribir «transmitirle». Luego, en el primer párrafo se repite la palabra respeto -«el respeto mutuo y el respeto a los acuerdos firmados por ambas partes»- que resulta redundante. En el quinto párrafo, el remitente reitera su determinación «para afrontar juntas los desafíos comunes» cuando debería haber utilizado el masculino -«juntos»- ya que se está refiriendo a «nuestros dos países hermanos». Tras esa errata llega casi a continuación la omisión de dos palabras cuando dice: «especialmente la cooperación (en la) gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo…». En el último párrafo hay dos errores: el primero es poner mayúscula en “Ministros” cuando debería aparecer en minúscula y el otro es aún más flagrante, ya que confunde el cargo del jefe de la diplomacia, José Manuel Albares, al que se le asigna la condición de «ministro de Asuntos Europeos, Unión Europea y Cooperación» cuando en realidad es ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Y por último la despedida es claramente una traducción de un texto original en francés. En fin.

 

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