Alerta con las medusas

 

En las últimas semanas, los bañistas están detectando algún que otro banco de medusas cuyo roce provoca las conocidas y temidas erupciones en la piel, y no es que las medusas ataquen las personas, pero si alguien que está nadando entra en contacto con una o, incluso, si pisa una de ellas sobre la arena de la playa, puede recibir el mismo efecto. Así, que hay que tener cuidado cuando sacamos alguna del mar y la posamos en la playa, poniendo cuidado en enterrarlas a profundidad.

Pero el fenómeno es absolutamente natural, ya que estos organismos tienen períodos de aparición estacional que en nuestra costa se sitúa entre el comienzo de la primavera y final del verano.

Muchas son las causas de su aparición y otras las interpretaciones que se dan a la misma y algunas totalmente equivocadas, pero científicamente se asegura que «su presencia en las playas, así como su abundancia, depende de determinadas condiciones meteorológicas: lluvias, vientos, corrientes marinas, etc. En algunas ocasiones se forman «enjambres» que alcanzan concentraciones de decenas de ellas por m³». En estos últimas décadas la disminución en el régimen invernal de lluvias y el aumento de la radiación solar parece estar relacionada con el aumento de medusas en las playas

«La especie Pelagia noctiluca son las más conocidas en el Mediterráneo desde los años 80 y, al menos desde entonces, las proliferaciones de esta especie coinciden con las condiciones climatológicas apuntadas. Asi mismo, los factores climáticos que influyan en el aumento de la temperatura costera serán causa indirecta del aumento de medusas; si el agua tiene una temperatura distinta a la de mar abierto, las corrientes superficiales encuentran grandes dificultades en arrastrar los enjambres de medusas hacia la costa, pero cuando presentan temperatura similar, son arrastradas en pocos días», señalan desde el Ministerio para la Trasinción Ecológica.

Las proliferaciones de medusas causan graves daños en el funcionamiento de los ecosistemas, pero a su vez también están teniendo importantes consecuencias sobre determinados sectores económicos, como son la pesca y el turismo. También hay que considerar sus efectos sanitarios ya que las picaduras que afectan a los bañistas en las playas pueden generar en ocasiones complicaciones de salud.

 

También podría gustarte