Culpa (2022, Ibon Cormenzana) / Isaac Cabrera

 

La protagonista (Manuela Vallés) es una mujer que, sola y borracha, llega a casa después de una noche de juerga con amigos. Todo va genial hasta que tocan a la puerta de su casa y acaba siendo violada. Ella, la víctima, entra en una espiral de vergüenza y culpabilidad que la llevará a aislarse en una cabaña en algún lugar de un bosque en donde ni tan siquiera hay cobertura. Solo mantiene contacto con su casero, interpretado por Luis Hostalot. Mientras tanto, lucha contra el recuerdo y el hijo no deseado fruto de aquella fatídica noche. El director de cine Ibon Cormenzana (La cima, 2022) nos cuenta esta historia de abusos sexuales nacida de experiencias reales y de un guion coescrito con Manuela Vallés, ‘Culpa’.

Una cinta de poco más de una hora que se centra en radiografiar un problema amplio y que azota a una sociedad que observa atónita cómo están aumentando los casos de violación en los últimos años. Parece haberse instalado una especie de normalización de este gran problema que mucho tiene que ver con la forma de entender la sexualidad, así como ciertos comportamientos sociales que empiezan a no tener cabida en los tiempos que corren, ya sea por la propia evolución cultural de nuestra sociedad, o bien por la politización de absolutamente todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida y convivencia. Pero esto es otro debate.

Lo que parece estar bastante claro es que ‘Culpa’ indaga y se desarrolla en la cultura de la violación, es decir, el tremendo error de acabar convirtiendo a la víctima en culpable. Ella es violada justo después de un tira y afloja con su violador, un pequeño diálogo en el que la protagonista ya empieza a posicionarse, a ojos de algunos, en la culpable de lo que posteriormente va a suceder. Interioriza ese sentimiento erróneo de culpabilidad y es por eso por lo que huye, se esconde, rompe todo contacto con sus conocidos y seres queridos, con el mundo en general. Se encierra en sí misma porque tiene vergüenza, cuando quien realmente debería sufrir es el culpable real, el violador. Una vergüenza a la que hay que sumar la cuestión del aborto. En España cualquier mujer mayor de 18 años de edad puede interrumpir un embarazo durante las primeras 14 semanas de gestación y solo en tres supuestos. Uno de ellos es el de la violación.

La película parte de una idea interesante, incluso comienza con fuerza. Sin embargo, la historia avanza y las emociones a flor de piel de la protagonista, Manuela Vallés es absorbida por ella y es sin lugar a dudas lo mejor de ‘Culpa’, empiezan a ser un recurso usado excesivamente y que tampoco parecen cuadrar del todo con algunos de los caminos que la víctima va escogiendo a lo largo del film y que tampoco llegamos a entender muy bien. Por lo menos el tema se hace más ameno si nos paramos un momento a disfrutar de la utilización del primer plano para darle más agarre a las emociones de la protagonista, así como algunos planos detalle que sirven al espectador de guía en una historia que se va disolviendo como el azúcar en el agua.

‘Culpa’ es una cinta incómoda en ciertos momentos y que nos recuerda que el agresor puede llegar a estar fuera de todo foco y salir ileso de destrozar la vida de su víctima, la misma que tiene muchas papeletas para acabar siendo señalada como culpable. Este último trabajo de Ibon Cormenzana es casi un fiasco, pero el tema que trata hace que merezca la pena invertir casi 80 minutos de nuestro tiempo para entender algunos conceptos sobre este problema al que no podemos darle la espalda.

Isaac Cabrera Bofill
Lcdo. Ciencias Políticas y de la Administración

 

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