«De aquellos polvos estos lodos». Esta locución que suele utilizarse en forma de advertencia, es una realidad que ha dejado en nuestras calles el fino polvo saharianos dejado por la borrasca Celia, que ha cubierto de rojo a toda la geografía peninsular. Ahora viene el tramo más difícil como es el de la limpieza de calles y avenidas que han sido la mas afectadas por la lluvia de barro.
A este objeto, los servicios de limpieza de Almuñécar no están teniendo fácil recobrar la normalidad, principalmente debido a que la tierra sahariana es un polvo fino que forma una capa convertida en barro por la lluvia caída tras la tormenta de arena.
Desde primera hora de este viernes, y cuando ya parece extinguida la amenaza de nuevas rachas de polvo, se han iniciado las labores de limpieza que intentan recobrar en el menor tiempo posible el aspecto habitual de la localidad.