Desde este lunes se relajan alguno de los requisitos de control sanitario obligatorios a causa de la pandemia y, pese a que el uso de mascarilla sigue siendo de uso al acceder a interiores, ya no será necesario, para quienes presenten síntomas leves, el test covid o recluirse. La nueva medida contempla a todos aquellos de menos de sesenta años, personas no vulnerables o que no estén en entornos sanitarios. Eso sí, se pide responsabilidad individual y extremar la precaución en el uso de mascarilla o en cuanto a la relación con grupos de riesgo entre los que se encuentran los mayores o colectivos con problemas crónicos.
Esto no quiere decir, advierten las autoridades sanitarias, que se baje la guardia en cuanto a la vigilancia del virus, puesto que sigue el seguimiento sobre los casos positivos para detectar variantes que conlleven riesgo o letalidad lo que supondría la vuelta a las cuarentenas. Por el momento los indicadores hospitalarios presentan un riesgo bajo con menos de 5% de ocupacion de pacientes en planta por covid, un 10% en la UCI y un 90% de la población vacunada.
No obstante, la medida, consensuada entre las administraciones, no ha sido recibida con el total consentimiento de los espertos, ya que algunos expresan dudas y opinan que la relajación en la prevención de la enfermedad ha sido tomada en circunstancias relativas y advierten que mientras en Españas estamos en un punto de estancamiento en la caida de casos, en otros paises de Europa están subiendo, lo que no supone indicadores positivos para adoptar este tipo de transición.
Por el momento el uso obligatorio de mascarilla en interiores sigue vigente y la propia ministra, Carolina Daria, explicaba que se está estudiando cómo y cuándo quitar éstas en espacios cerrados, aunque el proceso no será radical y sí escalonado, siendo el último tramo el del trasporte público y centros sanitarios.
