El cincel de cobre arsénicado de Almuñécar en el British Museum de Londres / José Ángel Ruiz Morales

 

Siguiendo con nuestra costumbre de recuperar el pasado y sus objetos, hoy vamos a hablar de una pequeña pieza arqueológica procedente de Almuñécar, que se encuentra en el British Museum de Londres.

El objeto en sí, es un cincel de cobre arsenicado de sección cuadrada y bisel en uno de sus lados, con una rebaba de fundición marcada en una de sus caras. El cincel procede de algún yacimiento argárico de Almuñécar, aunque no se especifica el lugar exacto en el que fue encontrado. Nos encontramos ante una herramienta que sirve para labrar, a golpe de martillo, piedras, metales y maderas. Presenta una longitud de 13,7 cm, un grosor de 1 cm y una anchura de 1,28 cm, por lo que entra dentro del grupo de cinceles argáricos del tipo III, propuesto por José Luis Simón García (La metalurgia prehistórica valenciana, página 284). Su composición fue analizada por Harrison & Craddock (A Study of the Bronze Age Metalwork from the Iberian Peninsula in the British Museum, página 135, Figura 10, nº 61), resultando que el cincel estaba formado por un 95,5 % de cobre; 0,010 % de plomo; 0,008 % de plata; 0,035 % de hierro; 0,004 % de níquel; 3,3 % de arsénico y 0,005 % de bismuto. No sería propiamente un objeto de bronce, pues en arqueología este termino se suele usar para los objetos con una combinación mayoritaria de cobre y estaño, aunque un objeto elaborado con cobre arsenicado puede alcanzar una dureza similar a determinadas aleaciones de bronce.

Por otra parte, se han encontrado en los poblados argáricos numerosos cinceles y punzones rotos o fragmentados en varias partes, por lo que se ha planteado la posibilidad de que algunos de estos objetos, con forma de lingotes de metal, fuesen también usados como moneda de intercambio entre distintas poblaciones.

Este cincel de Almuñécar fue comprado por el British Museum a una empresa de antigüedades de origen francés, fundada por Claude Camille Rollin (1813-1883), comerciante francés de monedas, gemas y antigüedades. Este anticuario en principio sólo tenía tienda en Paris, pero desde finales del siglo XIX hasta 1953 tuvo abierta también una sucursal en Londres. La pieza de Almuñécar fue adquirida en 1909 por el British Museum, según consta en su número de registro, lo que nos lleva a pensar que seguramente fue encontrada en Almuñécar en el siglo XIX.

No podemos dejar de mencionar, como ya hicimos en anteriores artículos, la aparición en el año de 1870 de una tumba fenicia en los alrededores de Almuñécar que fue completamente expoliada, como nos relataba el abogado, arqueólogo y escritor Manuel Rodríguez de Berlanga en su obra “El nuevo bronce de Itálica”, publicada en Málaga en el año 1891:
“En las inmediaciones de Almuñécar, ¿la antigua Sex de las monedas?, se descubrió allá por los años 1870 parte de un antiguo enterramiento donde aparecieron diversos objetos, que en gran parte salieron fuera de España.”

Es conocida la riqueza de yacimientos arqueológicos prehistóricos con que cuenta el término municipal de Almuñécar, sin ir más lejos contamos con un yacimiento de la Edad del Cobre en La Herradura en el Cerro de la Mezquita, y cinco yacimientos de la Cultura Argárica del Bronce en el Pago del Sapo y Peña Parda en La Herradura; y Puente de Noy, Cerro de Velilla y Cortijo del Tenorio en los alrededores de la propia Almuñécar. A estos yacimientos argáricos costeros, habría que añadir el Repecho de las Tinajillas, localizado hacia el interior de río Verde, en una zona muy próxima al pueblo de Lentejí.

Por desgracia para el estudio y conocimiento de nuestra historia, la mayoría de estos yacimientos arqueológicos han desaparecido o han sido expoliados, que para el caso viene a ser lo mismo, sin que hayamos podido conocer a través de excavaciones arqueológicas científicas cómo eran las vidas de esas gentes que se asentaron en esta maravillosa zona muchísimos años antes que nosotros.

 

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