El hombre del norte (2022, Robert Eggers) / Isaac Cabrera Bofill

 

En la Islandia vikinga del siglo X, un niño destinado a ocupar el trono asiste a la muerte de su querido y compresivo padre, el rey Aurvandil (Ethan Hawke). Como es natural, este joven llamado Amleth (interpretado en su madurez por Alexander Skarsgård) deberá huir dejando atrás toda su vida, incluyendo a su madre llamada Gudrún (Nicole Kidman). Desde este mismo momento, Amleth jurará vengar la muerte de su padre matando a Fjölnir (Claes Bang), salvando así a su madre. Todo con la ayuda de una esclava llamada Olga (Anya Taylor-Joy). Vikingos salvajes y musculosos, brujos y esclavos son los personajes de la tercera película de Robert Eggers, ‘El hombre del norte’ producida por Regency Television y Focus Features.

No me apasiona demasiado la imagen que la industria cinematográfica nos ha vendido respecto a los vikingos, bárbaros temidos, rudos y barbudos sedientos de sangre; pero cuando descubrí que ‘El hombre del norte’ estaba firmada por Robert Eggers, no me lo pensé. Después de ver ‘La bruja’ (2015) y ‘El faro’ (2019), ambas películas muy a tener en cuenta, todo apuntaba a otro gran éxito del director. Sin embargo, esta cinta no ha estado a la altura de mis expectativas.

‘El hombre del norte’ está influenciada por el escritor y poeta Sjón Sigurdsson (es el guionista de esta película junto al director), pero también por ‘Hamlet’ (William Shakespeare). Un padre traicionado por su propio hermano, un hijo que tiene como misión vengar dicha muerte y un destino cuanto menos trágico. No inventamos nada nuevo, solo reciclamos lo ya escrito. Pero las influencias no terminan aquí. El Conan de Robert E. Howard y la adaptación cinematográfica ‘Conan, el bárbaro’ (1982, John Milius) también están muy presentes en la cinta de Eggers y a veces es muy evidente. Incluso el propio director llegó a declarar que existe cierto influjo de ‘Andrei Rublev’ (1966, Andrei Tarkovsky). Permítanme que esta declaración la ponga en cuarentena.

A lo largo de las dos horas y poco que dura la cinta, podemos ver el sello de Robert Eggers, contándonos una historia clásica de venganza ambientada en la época de los vikingos, pero al mismo tiempo introduciéndonos en una vertiente mitológica y onírica con el Valhalla, las valquirias, el Yggdrasil y el mismísimo Odín como protagonistas indiscutibles de este cuento épico y proyectados por el propio Amleth. Sin embargo, el guion no da para mucho más por lo que no queda más remedio que forzar la maquinaria con planos y escenas visualmente llamativas pero que no aportan nada a lo que se está contando. Es más, el relleno se nota demasiado y acaba sacándonos de la cinta, por no hablar de los diálogos que llegan a ser irrisorios en muchos casos. Usar voces sacadas de la ultratumba para hablarnos del destino y del Valhalla está bien la primera vez, pero a partir de la segunda, cansa. Ver varias veces a los vikingos danzando alrededor del fuego mientras gritan como posesos, cansa. Que Amleth esté continuamente explicando a todo el que pase por allí que su misión es vengar a su padre, cansa. Que la banda sonora sea machacona y encima no esté en consonancia con lo que se pretende mostrar en la gran pantalla, cansa. Decir que ’El hombre del norte’ es una muy buena película porque es de Robert Eggers, también cansa.

En definitiva, ‘El hombre del norte’ es una mezcla de ‘Conan, el bárbaro’ (1982, John Milius), la trilogía de ‘El señor de los anillos’ (2002-2003, Peter Jackson), la serie de televisión ‘Vikingos’ (2013, Michael Hirst) y el duelo de Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker en el planeta Mustafar en ‘Star Wars. Episodio III: La venganza de los Sith’ (2005, George Lucas). Aprovecho para recomendar ‘Los vikingos’ (1958, Richard Fleischer).

Isaac Cabrera Bofill
Lcdo. Ciencias Políticas y de la Administración

 

También podría gustarte