Hace poco tiempo traíamos a estas páginas la noticia de la instalación en el Peñón del Santo, el 20 de abril del año 1901, de una cruz de estilo modernista realizada por el arquitecto catalán, afincado en Granada, Juán Monserrat y Vergés, con motivo del primer aniversario de la muerte de Dª Encarnación Márquez y Osorio Calvache. Hoy completamos la información con la noticia de la construcción del llamado “Paseo del Santo”.
Como sabemos, en el Peñón del Santo todavía a finales del siglo XVIII podían apreciarse los muros de una antigua ermita dedicada a San Cristóbal, muy cerca del lugar donde un siglo después se instaló la Cruz modernista. Se trataba de una pequeña ermita de una sola planta, con una pequeña entrada, donde estaría el campanario adosado a la parte noroeste, haciendo una pequeña ele al revés “˩”, según se observa en un mapa del Archivo de Simancas de esa época. De una época todavía más remota quedan los restos de un aljibe romano que, con el paso del tiempo, llegó a ser usado como almacén, hogar o incluso como bar, adosándosele en la parte superior lo que parece ser un tiro de chimenea, aunque este punto habría que confirmarlo, como se ve en la foto que ilustra este relato y que, como vimos también en anteriores artículos, fue confundido por algunos autores con piletas de salazones.
En ese mismo mapa del siglo XVIII puede observarse la angosta vereda que subía desde la playa hasta la cima del cerro y que en la misma noticia de la inauguración de la cruz modernista de siete metros de altura quedaba corroborada cuando se decía que: “el Sr. Cura párroco, acompañado con la mayoría del público, dirigiose por una escarpada pendiente al sitio llamado la Tenaza en donde se halla colocada una hermosa cruz de hierro”.
Para aliviar la subida y poder disfrutar de las magníficas vistas a las playas de la ciudad, el 24 de junio, día de San Juan , del año 1903, se inauguraron “en el hermoso peñón llamado del Santo” las importantes obras, costeadas por el diputado a Cortes D. José María Máquez y Márquez, para convertir la vereda en un bonito paseo, “siendo bautizado con el nombre del Santo que “dada su posición y las hermosas vistas que tiene el nuevo paseo, este se ve muy concurrido todas las tardes”.
Como podemos ver, hace 118 años ya se intuía que los peñones de Almuñécar ofrecían una de las vistas más icónicas de este pueblo bañado por las aguas del mar Mediteráneo y que hoy en día, por ser elementos naturales de notoria singularidad, rareza o belleza, merecen ser objeto de una protección especial, habiendo sido declarados Monumentos Naturales de Andalucía en el año 2001.