«Patrañas, bulos y politiquería»/ Francisco Fernández Carmona

 

 

En las últimas semanas estamos soportando una burda campaña de Rocío Palacios y Benavides sobre el cierre o abandono de diversas dependencias de nuestro municipio.

La incapacidad del gobierno local para resolver con prontitud los problemas tiene algo que ver con la situación de algunas instalaciones, pero globalmente, la campaña de estos dos personajes tiene más de patraña que de realidad. Intentaré abordar en esta nota la situación de algunas de estas instalaciones

Peña Escrita.

Empezaré por aquí porque el cierre de Peña Escrita refleja bien la demagogia del antiguo alcalde y el penoso seguidismo de su nueva aliada.

Hace bien Benavides en criticar el cierre de esta ruina llamada Peña Escrita. Al fin y al cabo, ese esperpento de zoológico en el que nuestro pueblo ha enterrado más de treinta millones de euros le ha servido para ganar votos y, sobre todo, para regar con dinero público algunas de sus empresas favoritas.

Pero qué pinta Rocío Palacios denunciando el cierre de Peña Escrita es algo que escapa a la lógica política y a la lógica. Sin más. Resulta que el Psoe, desde la Junta de Andalucía, hizo todo lo posible para cerrar Peña Escrita: inspecciones, sanciones, denuncias… El Psoe local, cuando era un partido serio, dirigido por personas serias que amaban a su pueblo, criticaba el derroche de Benavides en estas instalaciones (hasta dos millones de euros al año sin contar salarios, luz, telefonía…) y pedía su cierre una y otra vez. Qué ha pasado en la cabeza de Rocío Palacios para que entierre todas las peticiones de su partido y se eche en brazos de Benavides en este tema.

Desde nuestro punto de vista, no tenemos ninguna duda. Peña Escrita fue un zoo ilegal que no queremos volver a abrir. Peña Escrita es una ruina económica que no queremos volver a resucitar. Lo único que cabe defender, desde Unidas Podemos, es el acondicionamiento de las cabañas y el restaurante para que se abran cuando se encuentre un empresario dispuesto a hacerse cargo de las mismas. No será fácil. Y en otro orden de cosas, gestionar ante la Junta la organización de actividades de medio ambiente a cargo de Inturjoven.

Acuario.

El acuario vuelve a estar cerrado por tercera vez. La falta de agilidad del gobierno municipal está permitiendo que esta instalación esté cerrada más tiempo del razonable.

Pero hay que tener la cara como el hormigón para que Benavides denuncie el cierre de esta instalación. Fue él el primero que cerró el acuario al poco de inaugurarlo porque estaba inundado. Durante semanas hubo varias gomas sacando millones de litros de agua porque la estructura no estaba, y no está, impermeabilizada, así que cuando el nivel freático sube, los problemas se multiplican.

Los técnicos municipales de entonces, contratados por Benavides, decían en sus informes que la obra estaba mal hecha. Hay decenas de páginas y centenares de fotografías de la época en que se estaba construyendo el acuario que avalan que esa obra se hizo fatal. Pero el gobierno actual es incapaz de explicar esto a los vecinos a pesar de la contundencia de los informes. ¿De verdad no tienen a nadie que haga un vídeo sencillo explicando las barbaridades que se encuentran en esa obra a pesar del pastizal que nos costó?

Tan mal hecha está la obra que ya hubo que cerrar una segunda vez para parchear algunos de los muchos problemas que hay en esas instalaciones.

Y ahora se ha producido un tercer cierre que está durando demasiado. El cierre era inevitable pero la tardanza en solucionar el problema solo es achacable al gobierno municipal. Lentos como ellos solos.

El problema principal que ahora tiene el acuario es que se producen filtraciones permanentes de agua desde el oceanario. Al buscar el motivo de las fugas los técnicos han encontrado una tabla podrida en medio del encofrado. ¡Una tabla podrida! No entendemos por qué el gobierno actual no denuncia a la empresa que hizo la obra, y a los técnicos que firmaron la certificación de la obra. En fin, un disparate.

Benavides sabe esto perfectamente, pero su cinismo no tiene límites. Su gobierno permitió que se hiciera esa chapuza. El problema tiene difícil solución ya que el público pasa por debajo de esa enorme piscina. Pero hay que darle solución. Y para eso están los gobiernos, para resolver los problemas aunque hayan sido creados por anteriores gobernantes.

Casa Morgan.

Cuando el Psoe local estaba dirigido por gente seria, criticaba el derroche de Benavides en un chiringuito que tenía el pomposo nombre de Museo Gastronómico. En realidad, bajo ese pomposo nombre se escondía un vulgar restaurante, otro más, alejado del pueblo y que, según los propios socialistas, sólo servía para que el alcalde celebrara allí fiestas privadas rodeado de sus amigos y para tomarse la penúltima copa camino de su chalet, que le pillaba al lado. Este chiringuito tuvo un coste escandaloso para la hacienda municipal. Pero eso al señor Benavides le importaba bien poco.

Dicen Rocío y Benavides que el cierre de este chiringuito es un problemón para este pueblo. Pero el tema es que Casa Morgan ya estaba cerrada antes de que IU y el PSOE echáramos a Benavides del gobierno en 2011. Y estaba cerrada porque el concesionario que había buscado para Casa Morgan, Horno de Cándida, Palacete del Corregidor y Peña Escrita se hartó de perder dinero y renunció a todas las concesiones. Pueden ampliar información sobre este tema hablando con el dueño del Rinconcillo de JR, que es el concesionario del que les hablo, el mismo que puso su nombre durante una época para la televisión que Benavides inventó con el fin de hacerse propaganda y machacar a los adversarios con dinero de todos los almuñequeros.

Durante diez años no ha habido ningún empresario que quiera hacerse cargo de un negocio ruinoso como Casa Morgan. Por eso, hemos aprobado en Pleno ponerlo en venta. Y en Unidas Podemos estamos muy satisfechos de que esa ruina esté cerrada. Será por restaurantes… Esperamos que la venta se concrete y ese dinero pueda ayudar a nuestro pueblo a resolver algunos de los muchos problemas que hay.

Hotel Corregidor.

Desde que se terminó, nunca se ha utilizado como hotel escuela. Cuando Benavides gobernaba, lo cerró porque se fue el concesionario y no encontró otro. Años después, el nuevo gobierno municipal consiguió reabrirlo, y ha estado abierto varios años, pero el concesionario lo dejó porque no le salían las cuentas. Ahora hace un año que se volvió a adjudicar, pero el nuevo concesionario aún no lo ha reabierto.

El gobierno municipal tiene que actuar exigiendo al concesionario que abra el hotel y, si no lo hace, quitarle la concesión por incumplimiento de contrato.

Horno de Cándida.

Otra denuncia cínica de Benavides. El Horno estaba cerrado desde 2007. Se cerró gobernando Benavides, y hasta 2011, año en que IU y PSOE conseguimos echarlo del gobierno, este señor alcalde no fue capaz de reabrirlo.

El nuevo gobierno municipal consiguió reabrirlo unos años. Los concesionarios abandonaron porque no veían rentable el negocio y hasta la fecha ningún otro empresario se ha interesado por esta instalación.

Museo del bonsai.

Del Museo del Bonsai ya se ha hablado más que de sobra en las últimas semanas. Lo primero que tiene que quedar claro es que eso no es una propiedad privada. Es una concesión. Y como todas las concesiones, cuando acaba el plazo estipulado tiene que volver a salir a concurso.

Aquí se puede culpar al gobierno municipal claramente de lentitud en sus actuaciones. El reto principal, a la vista de las pocas entradas declaradas por el último concesionario, es revitalizar esa instalación para que de verdad sea un atractivo turístico.

Todo lo demás es ruido y propaganda de dos grupos políticos que no tienen interés más que en sembrar calumnias y bulos aunque sea a costa de hacer daño a nuestro pueblo.

 

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