Un 85% de los jóvenes aceptan peticiones de amistad de extraños en internet

 

Actualmente la seguridad en internet es uno de los temas que más preocupan a nivel tanto individual como colectivo, ya que todas las informaciones o casi todas han pasado a formar parte de la gran red en muy poco tiempo, y en muchos casos desconocemos como o quien puede tener acceso a esa información. Los datos son desde un informe médico hasta cuentas bancarias, elementos que pueden jugar una mala pasada a cualquiera en caso de ser robados. Por ello desde la Unión Europea se celebra cada segundo martes de febrero, el día internacional del internet seguro.

Este problema aunque ya era patente desde la proliferación del uso de internet para la vida diaria, se ha visto en 2020 acrecentado por el uso masivo de internet como casi única vía de información y comunicación a raíz de la pandemia. Al encontrarnos encerrados en casa, el trabajo, la escuela, el entretenimiento, todo se trasladó por completo a la necesidad de usar internet. La desinformación ha sido de las primeras cosas que las personas han visto como se puede usar mal internet, pero también las estafas han sido las grandes protagonistas: un aumento de un 70% en los delitos cometidos durante el año. Era algo que iba a ocurrir, ya que al paralizarse la vida cotidiana en las calles, los ladrones han tenido que innovar, pero esto lleva ocurriendo desde hace tiempo. Los grupos de usuarios más vulnerables a caer en estas estafas son las personas mayores que no están familiarizadas con el uso de nuevas tecnologías y los niños o jóvenes que por su inexperiencia no saben detectar estos engaños.

Centrándonos en los jóvenes podríamos pensar que al no disponer generalmente de cuenta bancaria, será más difícil estafarlos, pero esto no es así. Los dispositivos que usan tienen en ocasiones conexión a las cuentas bancarias o a la facturación móvil de los padres, pudiendo crear un cargo sin demasiada complejidad. También es preocupante los engaños que terminan convirtiéndose en extorsión, sobre todo cometidos hacía adolescentes, situaciones tan complejas como casos de chantajes emocionales que terminan en envíos de fotos íntimas en los peores casos.

Por estas razones, siempre se recomienda tanto a los padres como en las escuelas enseñar el buen uso de internet y sus herramientas, ya que pueden ser muy beneficiosas si se dan su uso correctamente. Estos consejos son aplicables a cualquier persona, pero son los niños y jóvenes de la generación Z que han nacido y crecido ya dentro de este mundo hiperconectado a los que más atención hay que prestar.

No contactar con gente extraña, es decir, fuera del círculo familiar o de amistad. Más de un 85% de los jóvenes han establecido o aceptado peticiones de amistad de personas que no conocen ni tienen vínculos cercanos de amigos. Esta práctica, aunque habitual a la hra de hacer amistades online, puede acarrear problemas ya que es difícil conocer quién está detrás de la pantalla.
La conexión de internet debe ser segura: evitar puntos wifi abiertos de espacios públicos es una buena forma de proteger nuestra privacidad en cuanto a los datos que registramos mientras permanecemos conectados a esa red.
Eliminar correos sospechosos y no clicar en enlaces no reconocidos. Un 37% de los jóvenes han abierto alguna vez un correo electrónico o anuncio fraudulento, dejando expuestos sus datos o introduciendo virus a sus dispositivos. Aunque no haya un robo bancario, estas técnicas también se usan para robar material privado como pueden ser fotografías o documentos.
Cuidar las contraseñas y la información confidencial. Uno de los temas en los que las fuerzas de seguridad insisten, es en poner contraseñas difíciles de adivinar y no compartirlas. Algo tan lógico como esto, es cada año demostrado como necesario de recordar, ya que las contraseñas más utilizadas aún son fechas de nacimiento, fácilmente encontrables o la palabra “contraseña”. Para una correcta protección deben ser combinaciones de números, letras y símbolos que no se puedan relacionar fácilmente con nosotros.

Report cine (Esta va aparte)
Almuñécar ha sido plató cinematográfico para un buen número de películas. Como ejemplo esta imagen que fue tomada en 1956 durante el rodaje de Action of tiger en la playa del Tesorillo, cuyo reparto contaba con Van Johnson, Martine Carol y Sean Connery.

“Todo el pueblo se volcó con aquel rodaje que duró tres meses y todas las tardes la playa del Tesorillo se llenaba de gente para verlo. La verdad es que era un poco pesado como lo es asistir a cualquier rodaje, pero estábamos encantados de ser parte del cine”, comenta una entonces adolescente y hoy una mujer que está en sus avanzados ochenta: «Luego, a los actores, los veíamos en el hotel Sexi, lugar donde se hospedaban, y sobre todo al protagonista que era Van Johnson y que se comportaba con mucha corrección cuando aparecía por el bar del hotel al igual que un joven Sean Connery, que decía mi madre era muy correcto».

Y de la misma colección son estas éstas instantáneas que para sí la hubiesen querido los paparazzis de entonces, donde una jovencísima Conchita Bautista aprende el arte de montar a caballo de la mano del rejoneador Ángel Peralta en ensayos para la película «La novia de Juan Lucero» que tenía como protagonista a Juana Reina y cuyos exteriores se rodaron en Almuñécar (1959). La pareja se encuentran delante del desaparecido Cine Biquini y más o menos en la explanada que hoy es la Plaza de Abderramán, al inicio del paseo de San Cristóbal.

 

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