Una exposición recuerda a los antiguos cines de Almuñécar

 

Una exposición en El Majuelo, paralela a la I Muestra de Cine Europeo de Almuñecar, recuerda a los antiguos cines sexitanos a la vez que ilustra el homenaje con películas rodadas en Almuñécar durante los años cincuenta y sesenta.

En esta primera muestra de Almuñécar es de Cine, es imprescindible recordar los cines, las casas encantadas, con los que muchas generaciones de sexitanos soñaron comedias, melodramas, amores posibles e imposibles. El cine era la evasión de unas vidas atrapadas en la grisura de la cotidianidad, en la espesura de los silencios o las esquinas que acechaban.

Esta exposición rinde homenaje a todas aquellas salas que alguna, desde el cine mudo, como el mítico Cine Coliseo, fueron fábrica de sueños.

El ya nombrado Cine Coliseo (hoy edificio Coliseo), el Cinema Pasapoga (aledaño a la conocida Plaza de la Rosa), el Cine Bikini (hoy Calle Bikini) El Cine Galiardo (en la Avenida de Europa) o el Cine Calabacino en el solar que hoy ocupa el Mercado Municipal) fueron los Cinema Paradiso de la niñez y adolescencia de muchos de nosotros con sus besos robados a la imagen censurada, pero no a la oscuridad de la sala donde las manos revoloteaban.

Pero es que también, Almuñécar fue plató de cine y así La Novia de Juan Lucero, con la sin par Juana Reina o La frontera del terror que reunió a Martine Carol, el rubicundo Van Johnson y un jovencito y desconocido Sean Connery en largas noches del Hotel Sexi. Luego vendría El próximo otoño, que reunió desde Antón Eceiza en la dirección a Sonia Bruno en la interpretación y a Querejeta en la producción. Los hombres las prefieren viudas pasearon por las costaneras de la localidad a María Maho y el maestro Narciso Ibáñez Serrador vino a preguntarnos ¿Quién puede matar a un niño?

Tanto los textos como las fotografías son del sexitano Javier Celorrio que complementa la exposición con fotos inspiradas en títulos de películas de la Historia del Cine.

 

 

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