Unos niños…una tarde…una primavera, como siempre y pese a todas las contradicciones de lo humano. Hoy como ayer y será siempre…unos niños, una tarde, una primavera de hace muchos años y de ahora mismo. Esto realmente es la vida.
«Llega una época en la que nos damos cuenta de que todo lo que hagamos se convertirá, a su tiempo, en recuerdo. Es la madurez. para llegar a ella es preciso tener recuerdos», dice Pavese en «El oficio de vivir».