Dietario de verano con fotógrafo pobre / 5 / 7 / 21

 

El término latino conticinium se aplía a esa hora de la noche en que todo está en silencio. Obvio, que la palabra en estos momentos se puede considerar arqueología, pues es desusado eso que llamábamos silencio y pudiera exhibirse perfectamente en el interior de una urna en cualquier museo arqueológico de nuestras históricas ciudades. La algarabía, el alboroto, el griterío, bulla y bullicio han ganado la batalla a la tranquilidad, calma, discreción, al decir quedo en nuestras calles, espacios públicos y cualquier lugar. «Al fin vuelve el verano», dice la locutora de una radio, «Y lo hace, como debe ser, con la alegría de sus playas a ritmo de regetón, el flamenquito de sus terracitas, los conciertos al aire libre y esos chicos y chicas alegrando el ritmo de nuestras noches». Le faltó decir que no hay mayor alegría de vivir que subirte encima del tubo de escape de la moto y cruzar el sueño de los demás. Pero desde que el ruido es síntoma de felicidad tampoco los ayuntamientos marca verano escapan a la vocinglería con distintos artilugios como barredoras automáticas, pesados y ruidosos camiones de basura o atracciones municipales que provocan aquelarre, balumba, barbulla, barullo, batahola, bolina, cantaleta, cencerrada, clamor, estrépito, estridencia, fragor, griterío… . El ruido es divisa y arma de nuestra civilización, la cacofonía serigrafiada en 3D o en las latas repetidas de la fabada Litoral que es como ser Pop a la manera de Warhol pero en nacional. ¿Volverá la mili? Se lo preguntan tertulianos de una radio, pero enseguida aclaran que el Gobierno quiere reformar la Ley de Seguridad Nacional con el objetivo de controlar mejor alarmas como la de la pandemia que sufrimos. No será ardor guerrero, pero sí suena a ardor totalitario. De manera subrepticia nos vamos acercando al control total, a esa ciencia que se llamó ficción y que es realismo. Susto, susto.

Pienso que no hay fotógrafo tan pobre que no tenga ni paisaje ni modelo que retratar porque todo es motivo de sospecha. Al tiempo.

 

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