El concepto antiguo de estética masculina se reducía a un mero trámite higiénico en general y se ampliaba a ciertos acicalamientos, pero sin demasiados perendengues más allá de lociones para calmar la piel tras el afeitado, alguna pomada capilar para alisar el pelo y escuetos toques de colonia nunca exagerado. No obstante, la calvicie era un problema que una vez hacía su presentación con las temidas entradas se hacía irremediable.
Pero si algo ha cambiado en las últimas generaciones es precisamente el descubrimiento por parte del hombre de nuevas posibilidades para romper clichés.
Al caso, la calvicie ha encontrado en las nuevas tecnologías el remedio para evitarla y de manera natural encontrar la solución a un problema padecido por muchas generaciones que siempre han deseado huir del estereotipo de persona utilizada para orientar a nuestro interlocutor en un «a la derecha del señor calvo» o a ese «señor de las entradas pronunciadas quien saludé». Un punto de referencia en la geografía de los social y la descriptiva en la literatura. Actualmente el problema ha desaparecido con la solución indolora del implante.
Para informarme de todos los avances, no dudo en llamar a la clínica Insparya, líder del sector, donde me explican que «el implante capilar se realiza en dos fases: la de extracción y la de recepción. Durante la primera, se extraen unidades foliculares, cada una con uno, dos, tres o más cabellos. Suele tener una duración de entre dos y tres horas y se realiza de forma cuidadosa y metódica, eliminando las unidades que no sean aptas para el proceso de trasplante».
En la segunda fase, la de implantación, «se procede a injertar estas unidades en el cuero cabelludo. Es la responsable de que el resultado sea natural y estético, ya que las unidades foliculares saludables se injertan de forma que se respete en todo momento las características, necesidades y fisionomía de cada persona».
También me especifican que cuenta con propia tecnología: “Dual Extraction Device”, que «hace el procedimiento más ágil y rápido al permitir operar con dos profesionales a la vez con un postoperatorio de tan solo 4 horas y unas sencillas indicaciones para los días siguientes».
En poco tiempo, me señalan, «comienza a crecer el pelo propio. Al ser unidades foliculares procedentes de una zona del cuero cabelludo donde el pelo es fuerte, están genéticamente predispuestas a durar en nuestra cabeza de forma indefinida». Por ello, el trasplante capilar, parece ser solución definitiva a los problemas de calvicie poniendo fin a una larga historia de desalientos que se remonta al Sansón bíblico que tiene como protagonista la fuerza que le otorgaba su pelo pérfidamente cortado por su esposa Dalida.
Una vez me convenzo de recuperar mi pelo, el asunto desde Insparya me lo ponen fácil, ya que su nueva clínica de Marbella asegura el plus de cercanía de nuestra Costa del Sol. La clínica del grupo Insparya ya es una realidad ubicada en la urbanización Lomas del Río Verde, en plena milla de oro marbellí. Una instalación que cuenta con 15 quirófanos premium, además de salas de tratamientos, consultas y despachos médicos. Todo ello distribuido en 4.000 metros cuadrados.
La nueva clínica cuenta con un equipo de 100 personas, entre médicos y enfermeros, bajo la dirección médica del Dr. Carlos Caballero y, según me cuentan, ya está operativa y realizando consultas y cirugías capilares a diario.
Pero lo más importante es el resultado que dicen haber obtenido los clientes. Y todos ellos afirman que éste ha sido de excelencia. Por lo tanto no hay que buscar más y si nuestro propósito es decir adiós a la alopecia pinchar en el siguiente contacto: Insparya.