En España sólo una de cada cuatro solicitudes de ingreso mínimo vital son aprobadas

 

Únicamente el 12,08% de la población bajo el umbral de la pobreza en España se ha beneficiado del Ingreso Mínimo Vital, 1.064.609 personas, de los cuales 456.000 son menores. El IMV llega a 428.000 hogares de las más de 1,7 millones solicitudes, informan desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.

La cobertura del Ingreso Mínimo Vital continúa siendo desigual en el territorio nacional, hay CCAA que únicamente tienen una cobertura del 7,1%, como Cataluña, o 7,5% en Canarias, mientras que Navarra supera el 27% y Ceuta y Melilla se sitúan en torno al 25%.

El IMV sólo alcanza al 46% de las personas beneficiarias previstas, todavía quedan más de 1.200.000 por incorporar al IMV para llegar al objetivo de las 2.300.000 personas previstos al inicio del IMV.

Desde diciembre de 2021 se han incorporado a la percepción del IMV 330 mil personas. En sólo 3 meses se han incorporado mayor número de personas que en el período de 9 meses de marzo a diciembre de 2021, habiéndose pasado de una media de unos 30.000 perceptores nuevos cada mes, a 110.000 en los últimos 3 meses.

Parece que las modificaciones incorporadas tras el trámite parlamentario en la ley 19/2021 del Ingreso Mínimo, y que entraron en vigor en enero de 2022, han aumentado el ritmo de concesiones y favorecido la incorporación de nuevos perceptores, sin embargo, como decíamos anteriormente, volvemos a reclamar nuevos cambios que ayuden a llegar al objetivo previsto en la aprobación de la ley. Además, el laberinto burocrático del Ingreso Mínimo Vital ha hecho que, en la mayor crisis social de la Historia, el IMV se haya implantado a un ritmo mucho más lento de lo previsto.

En este momento, en el que se está produciendo la mayor crisis de refugiados de los últimos años, pedimos al Ministerio de Inclusión que permita que el IMV pueda ser una herramienta para facilitar la inclusión de las personas refugiadas que lleguen a España. En este sentido, se debería exceptuar a las personas con cualquier tipo de protección internacional o asilo, de la necesidad de cumplir con lo recogido en el artículo 10.a), permitiendo la percepción del IMV desde su llegada a España, sin necesidad de cumplir con el requisito de tener residencia legal desde un año anterior a la solicitud.

En definitiva, concluye el informe, «el Gobierno no ha cumplido, ni siquiera con la mitad del objetivo que se planteó de que en unos meses llegaría el IMV a las 800.000 familias que malviven en la pobreza extrema en nuestro país. Mientras tanto las «colas del hambre» deberían avergonzar a los gobernantes y en lugar de ser noticia, tendrían que ser la denuncia continua de la impericia del Gobierno en la gestión de la «vacuna contra la pobreza», que es el Ingreso Mínimo Vital».

 

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