Entrevista, Javier Celorrio
Ser empresario no está entre las preferencias de los jóvenes españoles. Y de hecho, según un estudio de GAD3 y Educa 2020, solamente el 26,8% de los universitarios españoles quiere ser empresario, mientras que más del 73% busca ser funcionario o trabajar para una empresa. Por eso llama la atención que nuestra entrevistada a sus 28 años regente dos negocios y compagine con decisión ambos sectores diferenciados como es la moda y la restauración. Claro que Elena Mora, herradureña apasionada, está tocada de vitalidad y audacia, dos complejos vitamínicos que motivan a un empresario para conseguir sueños por muy alta que esté la meta.
Desde que a sus 21 años, allá por 2016 se implicó en un chiringuito familiar en la playa de Salobreña hasta su actual tienda de ropa y decoración que regenta en Almuñécar, han pasado 7 años en los que ha sido nombrada vicepresidenta de la Asociación de Chiringuitos de la Costa Tropical, tejido asociativo con voz fuerte en las reivindicaciones en defensa del sector, pero también le brinda la oportunidad de encontrar su lugar en un espacio donde todavía la mujer tiene mucho que hacer en un espacio competitivo y dominado, sobre todo, por hombres.
¿Sabe que sólo uno de cada cinco jóvenes quieren ser empresarios?
-Es que es complicado. Primero acceder a ayudas que puedan financiar el negocio. A no ser que tengas un patrimonio familiar que de cobertura. Luego está el freno que provoca la alta fiscalidad como tasas de autónomos, impuestos, personal u otro tipo de gravámenes que hay que sufragar. Y desde luego es es mucho más fácil hacer tu jornada laboral y marcharte a tu casa que tener que dedicarte a todas las actividades de la empresa, aumentando las horas extras y cargando con los riesgos.
A usted eso no la ha frenado
– Parto de una idea algo generalista, pero que debe estar dentro de los valores de todo emprendedor y es la de que tener un negocio propio da la oportunidad de contribuir a mejorar la sociedad. Aparte me apasiona la independencia y capacidad para tomar decisiones y la ventaja de la autonomía laboral para decidir el cómo, el por qué y cuándo. La empresa te esclaviza en cierto modo, pero da esa libertad. No obstante, es imprescindible que te guste.
Es por lo de contribuir a mejorar la sociedad por lo que es vicepresidenta de la Asociación de Chiringuitos?
– En primer lugar fue una decisión de la directiva, a la cual agradezco que pensaran en mi. Y sí, efectivamente es una manera de implicarte más con los demás. Yo era la representante de los chiringuiteros de Salobreña, es donde tengo mi negocio de playa, y había que elegir para la directiva a alguien de la localidad por cuota. Pero hay otros factores que pienso han sido decisivos como ser joven y mujer. El objetivo es conseguir que la gente joven se involucre en el desarrollo del sector y se vaya enterando de qué va esto. Tenga en cuenta que, como en todo, habrá que contar con un cambio generacional y es preciso que las nuevas generaciones mantengan el nivel que la directiva actual ha conseguido en muchos años de trabajo. Digo con gran satisfacción que la asociación ha trabajado mucho desde hace años y ha conseguido muchas cosas para los empresarios de la hostelería de playa y hoy por hoy tiene fuerza y voz para conseguir nuestras reivindicaciones. Y creo que es importante que los jóvenes se impliquen más y la mujer consiga su papel igualitario en el conjunto empresarial del sector.
Puede enumerar alguna de esas reivindicaciones?
– Teniendo en cuenta que un chiringuito es una concesión del estado, estamos continuamente lidiando con las administraciones. No tiene nada que ver cuando te dedicas a la hostelería y el local es alquilado o en propiedad. En este aspecto la asociación es un gran apoyo para los empresarios de playas, y nos ha solucionado más de un problema.
Hablando de la mujer, ¿queda mucho por hacer en su representatividad dentro del ámbito empresarial del chiringuito?
-Creo que las mujeres siempre han tenido un papel fundamental en los chiringuitos de nuestra costa, pero ahora es cuando se nos esta reconociendo. Antes las mujeres estaban en un segundo plano, aunque llevaran ellas las riendas. Eso ha cambiado. Ya somos muchas las caras visibles de nuestros negocios.
Por cierto, formó parte de una lista electoral en las pasadas elecciones municipales en Almuñécar. ¿Le tira la política?
– Ha sido una cosa puntual. Me ha gustado implicarme con el PP en sus listas porque han presentado un equipo joven con ganas de cambio y eso me gusta. Aparte que desde que nací, por familia he estado vinculada con la política municipal.Directa o indirectamente he estado siempre en el partido.
Y entre la moda y la gastronomía dónde está su preferencia?
– Le diré que gestionar el chiringuito es más activo y necesita más energía, pero la moda y la decoración también me interesan.
Y a la hora de salir?
– El día tiene horas para todo y cuando desconecto vivo a tope esa desconexión. Es verdad que en invierno, por la estacionalidad que tenemos, estoy mucho más tranquila y tengo más tiempo libre. En verano es más complicado tener esa desconexión. Pero se hace lo que se puede.