¿Inversión o despilfarro? Chenoa y los 32 mil euros de la discordia / Arturo González

Quitémonos ese complejo”, contestó en el Pleno el alcalde de Almuñécar tras recibir una dura crítica del concejal de Izquierda Unida referente al desmesurado gasto en fiestas. El alcalde, tras gastar más del triple de lo presupuestado en fiestas para La Herradura en 2023, defendía que dicho gasto era una “inversión” para el pueblo.

Recientemente, vemos como el gasto para actuaciones en las próximas fiestas de La Herradura asciende a más de 80 mil euros, de los cuales 32 mil van destinados a la actuación de Chenoa.

Es perfectamente comprensible gastar una parte razonable del presupuesto para fiestas y que todos disfrutemos de ellas. Sin embargo, como ciudadano, se hace difícil comprender como en un Ayuntamiento lleno de necesidades y con una deuda considerable, podemos permitirnos una partida tan elevada en un solo cantante.

En un cartel que incluye a una de las mejores y más caras (34 mil euros) orquestas de Andalucía y un buen número de cantantes, es completamente innecesario invitar a una estrella de operación Triunfo, en mi opinión.

¿Acaso no se llenaría La Herradura de gente si en vez de gastar 32 mil euros en Chenoa hubiesen contratado a uno de los muchos artistas locales? Habríamos apoyado el talento local y ahorrado más de 30 mil euros en el proceso.

¿Quién ha pedido a Chenoa exactamente? ¿Es un clamor popular o es una decisión personal del equipo de gobierno?

Con esos 30 mil euros podríamos hacer bastantes cosas, entre ellas algunas de las peticiones que llevamos tiempo persiguiendo desde Izquierda Unida:

-Asfaltar los numerosos socavones de la calle Trapiche en San Sebastián.

-Reparar el acerado de la calle Mariana Pineda en el P-4.

-Reasfaltar el barranco de Casa Adelfas en Torrecuevas.

También podríamos haber avanzado en mejoras de más envergadura con el medio millón de euros que se gastaron por encima de lo presupuestado en fiestas en 2023:

-Habilitar un punto de información y ayuda en nuevas tecnologías para ayudar con papeleos y burocracia a cualquier persona que lo necesite.

-Volver a habilitar las casetas del Majuelo para los artesanos locales.

-Construir, al fin, el puente de la Sandovala.

La línea entre inversión y despilfarro es muy fina.

 

 

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