La comunicación responsable -que supone la práctica de transmitir información de manera ética, precisa y considerada- en el turismo no solo es una opción, sino una necesidad urgente. En un mundo con cada vez más conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y la ética empresarial, más aun teniendo en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 planteados a nivel mundial, el sector del turismo debe adoptar una nueva perspectiva en términos de comunicación.
En este contexto, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), en los últimos cinco años, el turismo sostenible, basado en prácticas responsables que preservan recursos naturales, respetan la identidad cultural y promueven un desarrollo equitativo, ha experimentado un crecimiento anual del 10%, superando con creces la tasa de crecimiento general del turismo.
Para Laura Sali Pérez, CEO de The White Rabbit, la comunicación responsable en este tipo de turismo va más allá de promocionar destinos: “Se trata de un enfoque integral que deben abordar las empresas, que implica transmitir información precisa y veraz sobre los impactos ambientales y sociales de las operaciones turísticas. Esto será esencial para fomentar la transparencia y la confianza tanto entre los viajeros como en las comunidades locales”.
En este sentido, y teniendo en cuenta un contexto donde los viajeros buscan opciones más sostenibles, a favor de la preservación de los recursos naturales y del cuidado de la naturaleza, se produce una necesidad a corto plazo de promover prácticas éticas y sostenibles en las empresas del sector turístico.
“Las empresas turísticas deben comenzar a adoptar prácticas éticas y promover valores que reflejen un compromiso genuino con la sostenibilidad. Esto implica evitar el greenwashing, donde las empresas exageran o distorsionan sus iniciativas sostenibles en sus mensajes de marketing y comunicación, y brindar información honesta sobre las medidas que implementan para reducir su huella ecológica y contribuir al bienestar de las comunidades locales”, finaliza Sali Pérez.
Turismo ético, accesible y seguro
Cada vez más conscientes de su impacto, tanto en el medio ambiente como en las comunidades locales, las empresas y viajeros han ido adoptando prácticas que priorizan la sostenibilidad, la inclusión y la seguridad. Estos tres aspectos clave se entrelazan para forjar un futuro responsable y beneficioso para todos.
“En un mundo interconectado, el turismo ético implica respetar y proteger las culturas, el patrimonio y el entorno natural de los destinos visitados. Esto se logra mediante la promoción de actividades que tengan un impacto positivo en las comunidades locales”, explica Laura Sali Pérez, CEO de The White Rabbit. Y agrega: “El turismo accesible implica diseñar destinos, instalaciones y servicios de manera que sean inclusivos para todos. En este aspecto, la comunicación interna y externa de las empresas, se vuelve un factor clave”.
Según la experta, esto puede abarcar desde la disponibilidad de infraestructuras accesibles hasta la formación del personal en la atención a personas con necesidades especiales. “El turismo accesible no solo es una necesidad ética, sino que también expande el potencial de la industria al atraer a un público más diverso”.
Además, la seguridad es esencial para que los viajeros disfruten de sus experiencias con tranquilidad. Esto abarca desde la seguridad personal y sanitaria hasta la protección de datos y la seguridad cibernética en un mundo cada vez más digital.
“La intersección de la ética, la accesibilidad y la seguridad en el turismo conlleva una responsabilidad compartida: las empresas han comenzado a adoptar prácticas sostenibles, garantizando la seguridad de sus clientes, y ello ya puede verse en acciones nuevas de RSC y cambios de estrategia de comunicación, de cara a un futuro mejor para todos”, finaliza Sali Pérez, experta en comunicación, empresas y turismo.