De los muchos equipos de fútbol que fundaron los españoles durante el Protectorado el más importante fue el Athletic Club de Tetuán, que llego a militar en la Primera división. En 1933, militares españoles destinados en Tetuán, muchos de ellos seguidores del Atlético de Madrid, dirigidos por el ex-jugador colchonero y Teniente de artillería Fernando Fuertes de Villavicencio, fundan el Athletic Club de Tetuán.
El Athletic de Tetuán nació con los colores de su homónimo madrileño e imitó el escudo del Athletic Club de Bilbao, pero con una imagen de la mezquita Sidi Baraka y una estrella. En 1935 comienza a construirse el estadio, los trabajos se vieron interrumpidos durante la guerra civil y se terminó en 1941, este estadio tenía una capacidad para diez mil espectadores, era el mejor del continente africano. En 1941, por la normativa que prohibía los extranjerismos, pasó a denominarse Club Atlético de Tetuán. Con ese nombre hizo historia al subir en solo seis años de Regional a Primera.
El equipo comenzó en Segunda Regional su largo peregrinar hacia la élite. En la temporada 1948-1949 conseguía el ascenso a Segunda División, al quedar campeón de grupo. Tras un año para tomarle el pulso a la categoría, alcanzaba el ascenso a la Primera División. Su experiencia en la primera división española fue corta duró una temporada. Pero en la memoria de sus aficionados quedaron recuerdos imborrables.
El momento álgido de la entidad llegó en la temporada 1950-1951 cuando se proclamó campeón del Grupo II de la Segunda División Española, consiguiendo el ascenso una jornada antes del final y superando al segundo clasificado, el Salamanca, en tres puntos.
El primer puesto no sólo tenía como recompensa el ascenso a la máxima categoría, sino también la participación en la Copa de España, quedando emparejado con el Barcelona de Kubala. Su enfrentamiento en el partido de ida en el estadio de Tetuán es uno de los momentos más importantes de la historia del club. El Barcelona ganó esta eliminatoria frente al Atlético Tetuán. El futbolista del Atlético de Tetuán, Lahsen Ben Mohamed Ahmed, apodado “Chicha”, llama la atención del Barça. Era un delantero ágil, rápido y con facilidad goleadora. Cuando el Barça le puso la oferta sobre la mesa, “Chicha” la rechazó: no quería abandonar su tierra.
Sus viajes a la Península no eran fáciles: cruzaban el Estrecho en barco y luego utilizaban el autobús, cuando le tocaba jugar en el norte de España, el Tetuán podía tardar varios días en llegar a su destino.
El paso por Primera fue agridulce, quedaron colistas con siete victorias, cinco empates y dieciocho derrotas. El Estadio de Varela se llenaba todas las tardes y en él se ven grandes partidos de fútbol, siendo épicas sus victorias frente al Club Atlético de Madrid y Real Santander S.D., ambas en casa. Al final queda colista “Ponían mucho pundonor y esfuerzo, pero era un equipo joven e inexperto”, dicen las crónicas.
El Atlético Tetuán fue el gran club español del norte de África, el único que puede presumir de haber jugado en la máxima categoría del futbol español.
No mucho más tarde, el proceso de descolonización acabaría con su existencia. Momentos inolvidables para los aficionados tetuanís fueron la goleada 4-1 al Atlético de Madrid o empatar a tres con el Real Madrid con escándalo arbitral. El Atlético de Tetuán ganaba 3-1 al descanso y el sesgo del colegiado debió ser tal en la segunda parte que se le impuso una sanción gubernativa de 500 pesetas y de 250 a uno de sus auxiliares por “dirigir el encuentro con escandalosa parcialidad”.
La temporada 1955-56 fue la última del Tetuán en el fútbol español. El 2 de marzo de 1956, Marruecos se convirtió oficialmente en un estado independiente, circunstancia que afectó directamente a los clubes del Protectorado. Con la independencia de Marruecos el equipo desapareció del fútbol español.
Y el 10 de julio de ese mismo año la directiva del Atlético Tetuán firmaba su disolución, fusionándose con el Ceuta, que pasó a llamarse Atlético Ceuta, que emplearía la misma camiseta que el Tetuán (rojiblanca) y que jugará sus partidos en el estadio Alfonso Murube de la ciudad de Ceuta.
Atrás quedaban veintitrés años inolvidables en los que en el equipo llegaron a militar jugadores emblemáticos como Iriondo y Lesmes, que fueron internacionales con la selección española y un ascenso glorioso a Primera División, que dio lugar a que los mejores jugadores del país, los Kubala, Molowny, Zarra, Ben Barek, Puchades, Gaínza y demás, pasaran por el Sania Ramel, el campo de fútbol de los tetuanís.
Tiempo después, los directivos magrebíes del CA Tetuán fundaron el Moghreb Athletic Tétouan, adscrito a la naciente Federación de Marruecos y el cual conserva en propiedad el Estadio de Varela, al que se le cambia el nombre por el de Estadio Sania Ramel, y los jugadores marroquíes de la plantilla. Actualmente compite en la primera división de Marruecos.
El Atlético de Tetuán fue una entidad deportiva con un gran arraigo social, sus aficionados animaban a un equipo que entre su plantilla contaba con jugadores musulmanes, judíos y cristianos que supieron convivir porque eran cómplices de un proyecto ilusionante. La escritora sefardí Esther Bendahan, nacida en Tetuán recuerda que muchos cristianos, judíos y musulmanes de la ciudad expresaban su voluntad de querer vivir juntos y en paz con esta proclamación: «Soy del Atlético de Tetuán».