La editora y poeta Trina Sánchez Mercader nace en Alicante en 1919, con diecisiete años viaja a Larache invitada por unos familiares, se enamora de la ciudad y decide quedarse a vivir allí. En Larache frecuenta los ambientes literarios y descubre la obra de los jóvenes literatos marroquíes. Trina considera que estos textos deben ser conocidos, y crea la revista Al-Motamid,(1947-56) como herramienta para favorecer el diálogo intercultural.
Trina es una de las voces poéticas más desconocidas del periodo de posguerra. Su carácter sencillo y sus buenos modales hicieron de ella una persona muy querida y respetada. Fue una mujer valiente, emprendedora, tolerante y convencida de lo que hacía.
En Tetuán, escribió su primer poemario, “Pequeños poemas” (1944), bajo el seudónimo de “Tímida”, su segundo libro de poemas, “Tiempo a salvo” (1956) y su tercer poemario, “Sonetos ascéticos” (1971).
De Trina se ha dicho que posee una “sosegada voz, de fácil expresividad retórica y de contenida pasión en su palabra” y representa “una de las voces más sencillas, más limpias y claras de la actual poesía femenina”.
La programación cultural de Larache la diseñaban las autoridades españolas. Estas actividades exaltaban la supuesta superioridad del país protector sobre el país protegido. Trina quiere cambiar esta situación y decide crear “un nuevo universo” impulsando la comunicación entre escritores marroquíes y españoles. Quería crear un puente cultural que uniese las dos orillas del mediterráneo. Algunos calificaron este proyecto de “atrevido y novedoso”
Crear una revista literaria en aquellos tiempos era difícil, pero que lo hiciera una mujer era algo quijotesco. Y la revista nació y fue un éxito, tuvo el respaldo de Vicente Aleixandre. La revista pasó por dos épocas distintas, la primera y durante la cual salieron veinticuatro números duró entre 1947 y 1952 se publicaba en Larache, y la segunda duró tres años (1953-1956) impresas en Tetuán sacando a la luz a nueve números.
La revista,” Al-Motamid. Verso y prosa”, que desde el primer momento es bilingüe se convierte en un espacio de libertad y acoge en sus páginas a los poetas árabes y castellanos más destacados de su tiempo. Por parte española publican poemas de Vicente Aleixandre y Juan Ramón Jiménez. También supuso una oportunidad, para que los jóvenes poetas pudiesen publicar sus creaciones literarias. Al principio, la crítica fue muy dura con ella, llegando a describir la revista como una “Publicación localista, de muy poca calidad literaria”. Aun así, Trina, persistía con su idea de hacer de Al Motamid un punto de encuentro entre españoles y marroquíes.
La sección árabe de la revista estuvo coordinada por : Dris Diuri. Además, Trina Mercader contó con la colaboración de otros conocidos escritores marroquíes: Mohammed Ibn Ázzuz Hakim y Amina Al-Luh serían los nombres más recordados.
En 1954 funda la colección de libros «Itimad». Si la revista Al Motamid era un homenaje a la memoria del rey poeta de Sevilla, la colección Itimad lo fue para su mujer-amante. En dicha colección sólo se publicará temas y autores relacionados con Marruecos.
En el número 26 se publica la “Carta marroquí” de Vicente Aleixandre donde narra su experiencia tras su reciente visita a Marruecos. Esta carta es un reconocimiento al esfuerzo y a la calidad literaria que alcanzó Al-Motamid
En la revista se crea la sección “ Grupo de traductores”, donde se traducen escritores españoles al árabe, así como a escritores árabes al español.
Carmen Conde dijo de Al-Motamid: «No debe querer ser como las demás revistas. Su rareza se apoyará en su marroquismo. «Al-Motamid» será muy interesante si procura sostenerse «hacia fuera». Es decir. Si su ritmo, sus colaboraciones, su ambiente son siempre lo más marroquí posible»
Al-Motamid se convierte en una publicación de referencia, donde publicaban estudios sobre Marruecos destacados escritores, pintores, dibujantes, escultores, ensayistas, historiadores y arqueólogos. Trina elegía para cada portada una obra de arte pintadas por pintores de diferentes nacionalidades, a veces desconocidos y a veces muy famosos, a los cuales la directora había dedicado una sección.
Trina quería promocionar a escritores marroquíes a través de su revista, esto hizo que un grupo de intelectuales marroquíes se ilusionaron con este proyecto y apoyaran a Trina, poniendo sus conocimientos y entusiasmo a disposición de Al-Motamid.
Finalmente la independencia de Marruecos lo cambia todo. Para Trina, Marruecos era una tierra entrañable, abandonarlo suponía un verdadero exilio. Decide establecerse en Granada, en el Albaicín, donde muere en 1984 dejándonos una herencia inestimable, la Revista Al-Motamid. En Granada se relaciona sobre todo con Elena Martín Vivaldi, Antonio Carvajal, Rafael Guillen… , con los que mantiene mucho contacto.
Al final de su vida, Trina cede su archivo literario a su amigo Antonio Carvajal, quien junto al suyo propio lo depositó en la Fundación Jorge Guillén de Valladolid. En esta sede hay muchos poemas de Trina Mercader no publicados. La prioridad de Trina Mercader no fue tanto su propia obra personal como la gran labor literaria de difusión y promoción que desarrolló en su etapa como directora de Al-Motamid. Verso y prosa.
Al- Motamid deja de publicarse en 1956 Es el final de un proyecto ambicioso, cargado de ilusiones, una empresa apasionante liderada por una mujer que supo ver que entre diferentes hay que tender puentes y facilitar la convivencia.