Las previsiones meteorológicas avisan de que en los próximos días la esperadas lluvias pueden ser una realidad. Con ellas llegará también el esperado hinojo, planta que está en su punto tras los días lluviosos de otoño, invierno y primavera que es cuando hay que recogerlos en el campo. Los entendidos aseguran buscarlos en sitios donde no hayan fumigado, hace unos años sólo se sulfataban algunos árboles, pero hoy hasta se fumiga la hierba para no estar continuamente arando. También se puede sembrar alguna camada pero el sabor del hinojo silvestre aventaja con creces al cultivado.
Los hinojos, son uno de los platos más singulares de la gastronomía sexitana preparados en puchero o potaje a cuya cocción se añade la judía blanca y los distintos elementos de la matanza, al que se añade el hinojo muy picado y una vez al punto los ingredientes se incluye el arroz. Como en cada especialidad de los pucheros «cada maestrillo tiene su librillo» y los hinojos no iban a ser menos. Así hay quienes les añaden patatas y otros no y quienes los acompañan con algún garbanzo que es motivo de excomunión para otros.
El hinojo (Foeniculum Vulgare Miller) ya fue utilizado por los antiguos egipcios, y los farmacólogos de la Antigüedad clásica.