20 abril Texto: Javier Celorrio La portada es de la revista Semana, una de las cabeceras más importante de las entonces llamadas revistas ilustradas, y calificadas hoy como prensa rosa. La fecha es de septiembre del año 1964, pero por el outfit de las modelos podía ser ahora. En ella dos chicas son retratadas por el famoso fotógrafo húngaro Gyenes en el marco de la Punta de la Mona y como fondo Cerro Gordo. Las chicas que hacen de modelos son Carmen Robles (nuestra Mota) y Julieta Álvarez (nuestra Julieta). Han pasado sesenta años de aquella modernidad, pero si nos fijamos el look de ambas, una con estampados de Pucci y otra con un guiño de estilo marinero que ahora podía firmar un casual de Gaultier, parece que el tiempo no hubiese pasado. Al menos, por el estilo que ambas lucen. Ellas, en la actualidad, siguen en estilazo, que quien tuvo retuvo en ese tumbao que tienen las guapas y guapos al caminar. La Almuñécar de entonces se sitúa dentro de esa franja costera que empezaba a denominarse como Costa del Sol a efectos turísticos. Marbella todavía está en ciernes, Almuñécar despunta y la Costa del Sol inicia su competencia con destinos como la Costa Azul en Francia o la italiana Costa de Liguria. Una pregunta en el aire: ¿ qué pasó con aquel despuntar?
Los medios de promoción no eran los de ahora y probablemente el coste de una portada en semanario de tanta tirada respondería a un interés de la publicación por la zona mas que a factores crematísticos. Y ahí radica la importancia del reportaje. Son los años de aquel hotel llamado Sexi cuando David Niven se retrataba delante de su fachada, Martín Carol tomaba dry martini con Sean Connery en el bar room del hotel (otra vez Sexi) y Tita Cervera con el Tarzán Lex Barker los retrataba ABC en la playa de San Cristóbal. Y dicen que Liz Taylor y Richard Burton quisieron comprar una finca llamada La Galera cuya balconada entre dos playas probablemente les recordara la película que habían rodado recientemente de nombre The Sandpiper. También cuando entonces había una vocalista de melenón púbico, se decía, rubio de agua oxigenada que se llamaba Nora la Cubana artísticamente, y que cantaba Maringá en las verbenas veraniegas de ese hotel legendario de nombre… . También fue plató de cine, pero eso ya lo he recordado en otro sitio. (Entrada anterior)